Cuando quieras reformar tu casa, debes pensar en cada detalle y planificarlo todo de antemano. Cada trabajo de reforma tiene sus peculiaridades, así que hay varias cosas que debes tener en cuenta antes de empezar.
Elige al profesional adecuado
Es importante contratar a un profesional cualificado para el proyecto de reforma. Las personas con experiencia conocen todos los posibles escollos y saben cómo evitarlos. Pueden explicar todos los matices del trabajo concreto y ayudar a identificar posibles complicaciones de antemano. Además, ayudan a conceder permisos, traer recursos y materiales, calcular el tiempo de trabajo y muchas otras cosas.
Pide presupuestos a varias empresas
Antes de empezar cualquier reforma, es aconsejable pedir varios presupuestos a distintas empresas para el mismo proyecto, de modo que puedas compararlos y elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Incluso puedes negociar y regatear los precios con las empresas que te interesen. Es importante solicitar presupuestos que incluyan todos los elementos asociados al trabajo, como el tipo de materiales utilizados, la mano de obra y otros gastos.
Inspecciona la propiedad antes de empezar la reforma
Antes de empezar una reforma, es buena idea inspeccionar la propiedad para asegurarse de que está en buenas condiciones. Debes inspeccionar detalladamente el sistema eléctrico, la fontanería, las ventanas y puertas, y las paredes. Esto te permitirá identificar posibles problemas con antelación y evitar daños mayores a la propiedad.
Elabora un plan detallado para la reforma
Una vez que hayas elegido a un profesional cualificado y evaluado la propiedad, debes empezar a elaborar un plan para la reforma. Asegúrate de que el plan incluye objetivos a corto y largo plazo, así como un calendario para cada paso del proceso. También debe incluir los costes asociados y los permisos que necesites obtener.
Prepara la propiedad y la documentación necesaria
Una vez que hayas elaborado un plan detallado, debes empezar a preparar la propiedad para la reforma. Esto incluye retirar los muebles y otros objetos, deshacerte de los escombros y asegurarte de que el lugar es seguro. También debes asegurarte de que tienes toda la documentación necesaria, como permisos y licencias.
Asegúrate
Una vez que hayas preparado la propiedad y la documentación necesaria, debes asegurarte. Esto te proporcionará cierta protección en caso de accidentes o circunstancias imprevistas y también te ayudará en caso de daños causados por el proceso de renovación.
Crea un acta de las propiedades vecinas
Antes de empezar la renovación, es buena idea crear un acta de las propiedades vecinas para que puedas comprobar si hay grietas o no. Esto ayudará a identificar posibles problemas y a evitar daños a las propiedades vecinas.
Finaliza el precio con tu renovador
Una vez que hayas creado el plan y lo hayas discutido con tu renovador, debes finalizar el precio y obtener tu factura. Tener una factura de tu reforma te servirá como garantía de hasta dos años por cualquier defecto que detectes una vez finalizado el trabajo.
Considera los niveles de estrés
Las reformas pueden ser bastante estresantes, y debes considerar si puedes soportar el proceso en combinación con cualquier otro factor estresante que tengas en tu vida. Planificar bien el proyecto y ocuparse de todos los detalles puede ayudar a que el proceso sea mucho más suave.
Conclusión
Las renovaciones implican mucha planificación, preparación y papeleo. Hay varias cosas que debes tener en cuenta antes de iniciar una reforma, como contratar al profesional adecuado, obtener presupuestos y ofertas de varias empresas, inspeccionar la propiedad, crear un plan detallado y conseguir todos los documentos y permisos necesarios. Todos estos elementos deben tenerse en cuenta para garantizar una reforma satisfactoria y sin estrés.